sábado, 30 de abril de 2011

EL INMORTAL

Pues nada que hablando esta Semana Santa con Antonio en el bar de Juan entra uno y pide un vinito blanco.
Hombre, Fernando, qué tal vas, dice Antonio y Juan a su vez le saluda. Le doy la mano y le miro pensando que tío más raro.
Hoy me he dado cuenta de una cosa importantísima, dice Fernando. Mis ojos preguntan qué pero el de los otros nada, porque no le miran. Juan limpia y Antonio se lía un cigarro.
He vivido tres mil años, 3.000 así con números, uno tras otro.
¿Cómo es eso? Ni que fueras vampiro, le digo.
No hables del diablo, porque lo conozco pues soy inmortal.
-------------------------------------------------------------------------------------------------
Mirada a Juan y a Antonio que ven la televisión, donde lloran los que no han podido salir de procesión. Oye ni puto caso a Fernando.
De repente ha cogido un cuchillo junto al jamón que nadie le pide a Juan y se lo ha clavado.
¡Joder, todo lleno de sangre! dice Juan.¡Coño, ten más cuidado, me has pringao!, dice Antonio.
Me echo las manos a la cabeza y oigo el pock de su cuerpo contra el suelo. Bebo mi vino nervioso y pido otro.
No te preocupes, Paco, machote, ahora se levanta. Siempre que viene la Semana Santa lo hace, pero ya nadie le hace caso. Luego desaparece y vuelve al año siguiente.
Oye, se levanta, se va y no he podido preguntarle nada, nada.

lunes, 18 de abril de 2011

EL SUPERHÉROE

Se me ocurrió que podría serlo y así, sin que nadie lo supiera, meterme en las casas de todos los políticos que gobiernan y decirles:
Me llevo a tus hijos y a tus nietos y no sabrás dónde están hasta que no cambies.
Él o ella acojonaos contestarian: cambiaremos, por favor por favor no nos mates.
Pero luego he pensao que recibiría 20.000 balas en mi traje por los polis pagaos por nosotros mismos y me dicho que alguna puta dellas me daría en el ojo ( único sitio donde pueden matarme) y entonces como que no. Que no QUE NO.
Y luego he pensao que quizá escuchando a Bach o a Mozart o alguno desos ellos cambiarían, pero medicho que aunque la mona se vista de seda, mona se queda.
Y metomao otro trago de vino con casera y he vuelto a la realidad. ¡qué cojones, esto no cambia ni pa dios!
Luego ha venido mi mujer con el resto de la compra y me ha dicho que todo esta más caro.
La he tenio que dar un beso en esos labiacos que tiene.

martes, 12 de abril de 2011

CARTA RECIBIDA. CARTA CONTESTADA.

De una asesoría y gestión. Lo primero:
Muy Sr. Mío: ( Ni soy señor ni soy suyo).
Habiendo usted desatendido nuestros requerimentos lamentamos comunicarle que hemos procedido a reclamar judicialmente el importe de su deuda derivado de la compra efectuada a EDITORIAL PLANETA, S.A., todo ello con el consiguiente incremento de gastos y perjuicios a su costa.
He desatendido sus requermientos porque estoy sin un puto duro desde hace mucho tiempo. El dinero que tenía de una empresa que ya no existe, se lo llevo Hacienda. De 27.000 euros, la que somos todos, o eso dice la publicidad, se llevó 14.000. creo recordar. Cuando fui a reclamar, alguien me dijo que ni se me ocurriera, porque incluso podría tener pena de cárcel. Ese dinero se lo llevo entre otros el PSC, al que perdonaron los intereses la caja de ahorros donde tenía ese dinero y sé que son amigüetes de quienes ustedes defienden.


Adjunto le acompaño copia de la demanda formulada contra Ud. Caso de querer solucionar el asunto amistosamente deberá ponerse en contacto telefonico urgente con este despacho, en el bien entendido que su silencio será interpretado como negativa de pago debiendo proseguir la reclamación judicialmente sin nuevo aviso, así como los gastos se verán incrementados a raíz del procedimiento judicial iniciado, una vez repartida la demanda contra Ud. formulada.

Pueden ustedes enviar las copias que hagan falta, porque no voy a pagar y si tuviera dinero tendría que dárselo a mis hijos y a mi mujer para que pagaran la factura de luz de Iberdrola de la casa, ya que también nos han robado, haciéndonos pagar desde Diciembre hasta Marzo unos 1.847 euros. Cuando abrí el cajón de la luz vi que su reloj estaba fuera de horario y por ello pago el doble de lo que debo. Les llamé y les explique (casi imposible hablar con ellos) lo que ocurría y aún no ha venido nadie a arreglar nada ni a devolverme el dinero. Por cierto para que los políticos sigan viviendo de puta madre, los impuesto de las facturas son de unos 615 euros.
Yo no tengo trabajo, tengo una edad donde ya nadie me lo dará y otra caja de ahorros, donde el director fue político, solo cobra intereses a mi mujer, dueña de 3 pisos que no vende ni alquila ni pa Dios y no sabe, dice el director de esa entidad, si podrán darla el nuevo crédito, que firma cada año con el consiguiente gasto.

Así que ni atentamente ni hostias les voy a llamar, entre otras cosas porque su empresa ha dado un premio a un tipo que se llama filósofo que dice que lo más risueño de su pasado fue la lucha de Eta. Si le hubieran matado a su madre o hermano o se hubiera tenido que ir de su casa por estar amenazado de muerte, ¿hubiera sido divertido? Y ESTE TIPO DA CLASES, ADEMÁS.

Si me disculpa su asesoría no les voy a pagar y tampoco pagaría ni el agua, ni la luz, ni el ibi, ni el impuesto de basuras, ni el iva, ni la gasolina, ni el metro, ni el autobús, ni el irpf, ni ningún impuesto que me pusiera ningún gobierno ladrón y embustero y por supuesto que si tuviera dinero lo sacaría del banco o la caja, huchas de putos partidos políticos y sindicatos y lo gastaría en algún otro país donde no fueran tan cabrones los que mandan.

LA PIEDRA

Cuando llegué a casa de Alberto, me dijo que le acompañara, porque la vecina palmó y, tenía que ver si se había cerrado el gas y el agua. La casa olía a soledad, a rancio de persona mayor, y en la silla donde se sentaba, a muerto, pues en esa, la encontró la muerte. Alberto me dijo que estaba sola, nadie de familia, pues igual que tú, dije, que aunque tengas a tu hija, te amenazó con irse si no le dabas dinero, y por eso la mandaste a tomar por culo. Mira si quieres algo, porque el nuevo dueño vendrá y tirará todo, pintará la casa, pondrá muebles nuevos y la alquilará. Alberto abrió los cajones y miramos en ellos. Voy a llevarme esta caja con estos libros, las imágenes de las vírgenes y la piedra, le dije. Pues invítate a una caña, añadí, porque estoy tieso; eso está hecho, dijo Alberto, y le lié un cigarrillo para él y otro para mí. La piedra la puse encima de la valla del jardín y me olvidé de ella; las vírgenes por toda la casa. Fue al hacer el huerto, cuando volví a ver la piedra, por un lado cuarzo rojo, por el otro, pegado a él, una especie de grabado en piedra, parecido a celdillas. Me fumé un canuto y con los humos, descubrí de donde salía la piedra. En el monasterio de Fuentes, abandonado tiempos ha, pegado a la pared más alta del Pirineo aragonés, habitaban cinco monjes. Ahora eremitas, que, cortándose las lenguas para jamás volver a hablar, llegaron allá para expiar sus culpas, penas dolorosas por matar al pueblo de Ics, ordenado por sus superiores. Dedicaban sus vidas a orar, cultivaban la tierra cercana al río Escrito, y aliviaban las penas de los aldeanos, que llegaban en ocasiones, para que salvaran la vida de algún niño, presa de fuertes fiebres, atender algún brazo o pierna rotos, y en general atender a los necesitados. Nadie sabía sus nombres, y poco a poco se fue creando una aldea junto al monasterio. Cosa que se supo de inmediato en el castillo del marqués, pues dejaba de ingresar sus diezmos, y sus campos dejaron de ararse. Así que envió a sus treinta mejores hombres, para traer a todos los que allí vivían. Los que no quieran venir les arrancáis las orejas, ordenó. Poco antes de que llegaran, los aldeanos lo supieron y les dijeron a los monjes: como siempre, el poder debe mandar y el pobre obedecer, y si no tienes na, buena sea la muerte. Se reunieron los cien aldeanos dentro del monasterio y con la ayuda de los monjes…Sobre los arboles unas redes, sobre la senda, unas fosas. Los guerreros del marqués, confiaban en que sería sencillo, más cayeron en las trampas y despojados de sus armas y caballos, los encadenaron en el monasterio. Lo que ocurrió después ya se sabe, el marqués llamó al duque, coleguilla de pernadas, y juntando un ejército, arrasaron el monasterio, y tras enormes pérdidas de hombres, mataron a los monjes, les cortaron las orejas a los hombres, y a las mujeres las violaron y, una de ellas, presa de dolor, arrancó la piedra que aquí veis, y de padres a hijos, llegó a las manos de la vecina, que murió junto a la casa de Alberto y, la piedra, no tiene poderes, ni falta que hace, porque es bonita y me gusta mirarla. Y como todo, fin.